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Espacio liminal
2019


Sara Herrera

12 de septiembre  15 de octubre
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El sentido profundo de la búsqueda, la preocupación, la denuncia, la crítica y la protesta no siempre explícitas que subyacen a este conjunto de obras de producción reciente de la dibujante y pintora Sara Herrera, son las mismas que han estado presentes en su obra desde el comienzo: la relación hombre-naturaleza, las interacciones entre los humanos en su diversidad y diferencia, y otros seres vivos, en este caso expresión de la exuberante riqueza de la flora y la fauna americanas, y las consecuencias de estos encuentros y confrontaciones para las distintas especies, para el ecosistema, para el planeta, para la vida en el presente y en el futuro.

Esta reflexión tiene raíces en la experiencia vivida, así como en preocupaciones de orden intelectual, e incorpora componentes afectivos, emocionales, y también políticos, en su sentido más amplio y relevante. Por ello, la interpretación plástica que elabora la artista como reacción y respuesta estética y ética ante los hechos profundamente inquietantes y perturbadores del conflicto ambiental global y de sus manifestaciones en nuestro entorno, se nutren también de indagaciones acerca de mitos, leyendas, tradiciones, conocimientos y saberes de los nativos americanos, así como de estudios antropológicos y narraciones literarias. No se recurre a lo indígena como respuesta única o garantía de salvación, pero sí como ejemplo relevante de una relación más horizontal y fluida con el entorno, como modelo alternativo a la concepción filosófica y religiosa, occidental y judeocristiana, de la naturaleza como entidad creada y puesta por la divinidad y por la historia al servicio y para exclusivo beneficio de los seres humanos. Se trata de una exploración que aspira e inspira a aprender a pensar, a interpretar, a concebir desde sus elementos constitutivos, una condición y una posición más marcada y explícitamente relacional, más comprensiva e incluyente, más equitativa, multidimensional y multidireccional, no lineal y jerárquica, de las interacciones entre nosotros y otros seres de la naturaleza.

Esto nos revela una investigación de largo aliento, de la cual esta muestra, este conjunto de dibujos y pinturas con lápiz, carboncillo y grafito sobre papel, no son sino un paso en un proceso de exploración y aproximación emprendido desde hace ya varios años y desarrollado paulatinamente por la artista, en su recorrido a paso firme por este sendero de conocimiento y documentación del entorno y expresión plástica a propósito de los animales y las plantas en lucha, en tránsito y en trance entre el insomnio y el delirio, entre la realidad y la imaginación, entre la vida y la muerte.

El ángulo desde donde la artista mira, representa, recrea y cuestiona esas complejas relaciones e interacciones no son las mismas que hemos visto en otras series de sus obras. Tampoco son iguales los referentes de la flora y la fauna, entre los cuales se entreveran figurillas humanas que con su presencia delatan las alteraciones que introducen en el medio y revelan el conflicto que entre ellos existe.

Todos estos seres emergen, pueblan y se entrelazan en la superficie y en la profundidad de estas obras pictóricas como en la intrincada realidad de los montes y las selvas, en la vigilia como en la no menos abigarrada imaginería de los sueños que también se incorporan en varias de estas piezas.

Se observa la ubicua presencia de felinos y en particular del jaguar, como encarnación de los espíritus ancestrales en los mitos y ritos indígenas americanos y como representación del poder en piezas de estatuaria monumental en piedra, en la orfebrería, en la cerámica, en tejidos y estampados; su probada y reiterada aparición en las selvas y montes distantes y también cercanos de nuestras ciudades, vitales testigos en la cúspide del amenazado ecosistema planetario, y, tristemente, también los frecuentes hallazgos de especímenes atropellados en las carreteras o cazados y exhibidos como trofeos en los potreros de las fincas, en las plazas de pueblos y aldeas, en los periódicos y telenoticieros, los convierten en emblema de este drama.

Por su fuerza, su belleza y su carisma el jaguar es un poderoso símbolo de nuestro entorno natural y cultural, que también distingue y destaca conceptual y formalmente la obra de la artista.

Así, el trabajo de Sara Herrera, por su historia y su significado, constituye una evidencia que revela la fortaleza y la fragilidad que simultáneamente exhibe la naturaleza.

Diego Herrera Gómez
Antropólogo, profesor, investigador y consultor.

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1. Liminar: (Del lat. Limináris) adj. Referente al dintel, a la entrada. 2. Que sirve de prólogo o proemio; preliminar) RAE. (En este caso usamos el término en esta doble acepción, así como referido a los
¨estados liminales o liminares¨ que se experimentan durante los ritos de paso o de pasaje, que marcan la transición entre un estado social-cultural y otro, tal como sucede con el bautismo, el matrimonio, el funeral y muchos otros).