Laura Noguera
Santa Marta, 1992
Nació en Santa Marta, donde vivió rodeada por el mar y sus 17 primos hasta los 11 años. Se graduó de Artes Visuales de la Universidad Javeriana en Bogotá, e inmediatamente inició una maestría en pintura en la New York Academy of Art, de la cual se graduó en el 2017. Luego de vivir unos años en Nueva York, decidió volver a Bogotá, que es la ciudad donde actualmente trabaja y reside.
Las imágenes que Laura crea, en su mayoría a través del óleo, retratan un universo visual y narrativo muy propio. En este universo, situaciones casi imposibles suceden, y elementos se repiten construyendo un simbolismo que va ofreciendo interpretaciones personales (y difícilmente universales).
Un interés central en la narrativa de Laura han sido las tensiones jerárquicas que ocurren adentro de las dinámicas que se presentan entre sus personajes, los muebles, el paisaje, los objetos y los perros que hacen presencia en su obra. En esas tensiones hay una comunicación, y en esa comunicación se entreven mensajes que le revelan a Laura un entendimiento claro y transparente sobre su emocionalidad, espiritualidad, su contexto y sus relaciones personales. En últimas, estas situaciones retratadas funcionan como metáforas autobiográficas. El juego está en interpretarlas con una mano en el corazón.
Existe en Laura una fascinación hacia mucho de lo que existe en este mundo. Las puertas, las sillas, la vela, las escaleras, son algunos de los objetos creados por el humano para volver el tránsito por este mundo, uno más cómodo y práctico para lo que ha ido entendiendo como “sus necesidades”. La urgencia en sí de diseñar artefactos y cosas por el hombre, genera en Laura mucha ternura y un encanto profundo. Así es como termina apropiándose de muchos de estos elementos para utilizar como simbología en su obra. La naturaleza también le ha regalado referentes inagotables: Los ombligos, las montañas, los cuerpos de agua, el volcán, la lluvia, el huevo, entre muchos otros, adoptan roles específicos que reemplazan palabras y emociones. Gracias a todas estas interacciones, Laura logra explorar en sus imágenes la coexistencia entre lo dulce y lo absurdo.
Laura se denomina canal para sus imágenes. No se siente autora absoluta de ellas, ya que aquello que pinta, se le presenta repentinamente como una frase sutilmente ambigua que le es dictada. En el proceso de aterrizar la “frase”, muchas veces las palabras cambian de lugar. En el ejercicio de descifrarla y entenderla, descifra y entiende algo de sí misma.
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(2025) Tan vasto por fuera como por dentro
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